Los dieciocho, mientras estudiaba negocios internacionales en la USIL, Valery trabajaba de forma part-time como barista en Starbucks. Fue su primera chamba para otros y la última. Es su propia jefa.
Cuenta con su marca de ropa de baño llamada VVSpot, es influencer y estudia un MBA de marketing. «No estudié moda. Viví un año en Brasil, donde hay una cultura y mercado de bikinis grande. Así empezó todo», cuenta. «Inspiro a mis clientas a que luzcan una ropa de baño sin temor al qué dirán. Promulgo el amor propio», agrega.
En su Instagram, donde muestra cómo se las ingenia para ser profesional y madre soltera de su hija Vitto. «Si estoy cansada volteo a verla y saco fuerzas», dice Valery. Su pareja, el surfista Tomás Tudela le enseña a correr tabla, piensa hacer contenido de pesca artesanal y de viajes (deseo asistir al New York Fashion Week 2024). Este es su año.